En la distancia, deseamos estar el uno con el otro. Repetidamente me dice que quiere estar a mi lado para abrazarme. Sonrío con tan solo pensar estar en sus brazos. Expresa su deseo de verme sonreír. Yo quiero darle la mano. Él quiere acariciarme y besarme. Me sonrojo. Me dan más ganas de estar con él. Me pregunto como sería estar así con él.
Me cuida. Esta pendiente de mi a cada momento. Me da como algo en el pecho, a veces quisiera evitar sentirme así. Es como si fuera una ola que me toma por desprevenida y me siento atrapada. Aunque en realidad, él esta ahí, con los brazos abiertos por si llego a caer.
Me inspira confianza. Es algo tan natural que tiene en él. Caigo fácilmente y le cuento todo. Él me escucha, estoy para vos, no me voy a ir a ningún lado. De repente siento que no estoy tan sola como creo. Hace el esfuerzo para hacerme ver otra perspectiva, que si me caigo me puedo levantar.
Me gustan sus historias, podría escuchar hablar de sus cosas todo el día. Me entristece cuando tiene algún problema. Quisiera borrar todos los malos momentos. Él es fuerte. Pasó por tanto a lo largo su vida, aún así siempre se levantó y siguió adelante. Es admirable. Quisiera ser igual que él.
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